Zócalos y Rodapiés para suelos de parquet
El zócalo o rodapié es un elemento indispensable en cualquier instalación de parquet o tarima de interior. En Parquet Facil podrá encontrar y comprar los mejores zócalos y rodapiés, en diferentes medidas y formatos.
La gran mayoría de suelos de parquet están compuestos de materiales que reaccionan a los cambios de humedad y temperatura. Esta reacción suele provocar ligeras contracciones o dilataciones en el material. Por esta razón los suelos de parquet no deben colocarse totalmente pegados a las paredes y deben dejarse unos milímetros de margen. Esto es lo que denominamos crear una junta de dilatación, necesaria para permitir la dilatación del suelo.
La razón de ser de un zócalo o rodapié no es otra que cubrir la junta de dilatación perimetral que debe dejarse entre el parquet y la pared. Según las características del parquet esta junta deberá ser mayor o menor. Deberemos asegurar que el zócalo o rodapié escogido tiene la anchura suficiente como para cubrir todo el hueco más un margen adicional que le permita apoyar unos milímetros sobre el parquet. De esta forma, en caso de contracción del parquet, el rodapié continuará cubriendo la junta. El rodapié debe fijarse únicamente a la pared mediante la aplicación un adhesivo adecuado para ello.
Tipos de zócalos y rodapiés más habituales para parquets, laminados y vinílicos
Existen muchos tipos de zócalos y rodapiés para suelos de parquet en función de su diseño, estructura y composición. Por su estructura, podemos escoger entre modelos de canto recto o con moldura de acuerdo a nuestras propias preferencias personales. Sobre el diseño, tenemos la opción de elegir un zócalo del mismo color que el del parquet (rodapié a juego) o blanco, que también es una opción muy demandada. En este caso vamos a tratar sobre los mejores rodapiés y zócalos, por ser los más prácticos y económicos.
¿Zócalo blanco o de color?
La elección del color del rodapié es un mera una cuestión de gusto personal. Aun así, lo más aconsejable es escoger un rodapié a juego con el color del suelo o el la pared. Un zócalo del color de la pared pasará más desapercibido, brindando una sensación de mayor amplitud. Aunque no existe ninguna regla fija, se considera que un rodapié blanco es más apropiado cuando las paredes son blancas o si los marcos de las puertas lo son, pues con ello se consigue un efecto de continuidad homogéneo entre zócalos y marcos.
¿Qué altura de rodapié me conviene más?
En principio los rodapiés «a juego» son los que menos opciones ofrecen a la hora de escoger medidas o tipo de estructura. La mayoría de fabricantes de parquet comercializan un único tipo de zócalo estandarizado a juego para cada uno de sus modelos de suelo, tanto para los de madera natural como para los laminados sintéticos. Suelen ser rodapiés sencillos (sin molduras) de entre 7 y 9cm de altura y 1,5cm de espesor. En el caso de los suelos vinílicos, que debido a su composición cuentan con una mayor estabilidad dimensional, tienden a ser de medidas algo más reducidas, alrededor de 7cm de altura y 1cm de espesor.
El rodapié blanco, al tratarse de un único color, ofrece muchas más posibilidades en cuanto a la elección de medidas y formatos. De hecho, existen fabricantes especializados exclusivamente en la producción de rodapiés de este tipo, puesto que es un complemento decorativo que goza de una gran demanda en la actualidad. Podemos encontrar zócalo blanco de múltiples alturas, de canto recto, curvo o moldurado y todos ellos en su versión MDF como de PVC.
Independientemente del color, la altura del zócalo mas comercializado actualmente es de 8 a 9cm. Los zócalos muy altos pueden resultar adecuados para ciertos tipos de espacios, generalmente en estancias amplias o con techos muy altos. En estancias pequeñas o con paredes de embaldosadas, como baños o cocinas, los rodapiés más bajos (cañas o junquillos) son más indicados.
¿Debo quitar mi antiguo rodapié si quiero poner un suelo de parquet?
En obras de nueva construcción no hay problema, ya que se parte de cero. Sin embargo, en las reformas u obras de mejora lo más habitual es partir de un suelo de baldosa con su correspondiente rodapié de material similar.
En principio, para poder instalar el parquet, no hay ninguna necesidad de quitar las baldosas (salvo que estén en mal estado). Respecto al zócalo la cosa cambia y solo existen dos opciones posibles: quitarlo o utilizar un cubre-rodapié.
Para obtener un acabado final óptimo lo más recomendable es quitar el rodapié anterior, pues ello nos permitirá poner el nuevo rodapié deseado.
El hecho de querer mantener el antiguo rodapié obligará a cubrirlo. Esto limitará muchísimo las opciones, ya que actualmente los modelos de cubre-rodapiés disponibles son muy escasos, su precio es más elevado y se fabrican únicamente en color blanco. Además esta solución solo será posible si las medidas del antiguo zócalo no exceden de las que el cubre-rodapié pueda aceptar.